Hoy estaba descansando un rato en mí a habitación y me puse a revisar mi vida, A recordar y me puse a pensar, que todos tenemos días grises en los cuales no sabes que hacer Contigo mismo. Te sientes afligido y desmotivado y no es que le encuentres mucho sentido, Al rumbo que lleva tu vida .Dejas que tu mente vague por el océano incierto de la pesadumbre, Y caminas pensando en todo lo que todavía no has conseguido. En momentos tan vulnerables no es nada fácil salir del estado de ánimo en el que te encuentras. Pero es en esos mismos instantes en los que resultaría más fácil con un poco de empuje apreciar Las pequeñas cosas de la vida... como si un pequeño ángel nos hiciera despertar de nuevo, Y nos recordara que estamos de paso en esta vida, y no vale la pena perder más minutos horas o días. En ese estado miserable. Nunca olvidare aquel día de invierno en el cual el más mínimo comentario me hería, Y mi vida parecía un drama con un violinista a mi lado siempre tocando todo el día las canciones, Más melancólicas y tristes que jamás hubiera escuchado. Mi mirada era triste y todo me pesaba y me hacia llorar todo me lo cargaba sobre mi espalda, Fue entonces que decidí ir dar un paseo y por alguna razón entre en un supermercado. Camine lentamente observando las frutas y verduras y todo lo que proviene de la madre tierra. Cogí y me puse a leer las etiquetas de las frutas para saber de donde provenían y me pare a pensar, En por todas las manos que pasaban todas esas frutas hasta llegar a este supermercado y hasta mis manos, Seguí caminando y pase una pequeña estantería con potpurrís y velas aromáticas de diferentes colores. Un dulce aroma me cautivo y no pude seguir caminando así que me detuve y lentamente inhale cada vela, Cerrando mis ojos dejando que mis sentidos se relajaran mientras buscaba en concreto ese aroma distintivo, Esa vela en especial que llego a despertar en mí un profundo recuerdo.... Volví a mi niñez con una dulce sonrisa intentando descifrar el recuerdo que mi mente asociaba. Suave y dulce vainilla y magnolia polvos de talco y porcelana. Sin darme apenas cuenta había transcurrido en mi paseo de casi una hora y sin estropear el momento, Compre la vela camine de vuelta a casa aun intentando encontrar la marca que se grabo en mi cerebro, Hace más de 50 años cuando apenas yo tenía cuatro años ese olor a vainilla me recordó mi primera muñeca, Que me trajeron los reyes un seis de enero era preciosa de plástico fino y grandes ojos azules que yo tanto Cuidaba y quería su cara sus manos alían a vainilla y magnolia eso siempre perdurara en mis recuerdos, Pues así es, la vida en días grises el más pequeño e inocente momento puede hacerte despertar de nuevo. La certeza de que no importa cuánto pesar y estrés allá en tu vida siempre reinara en ti el poder, Del. Amor y la armonía si así lo deseas. Tú eres el dueño de tu barita mágica, así que bus cala, Y encuentra la .Tu bien sabes que la mente humana tiende a vagar así que en momentos tristes O de estrés da un paseo y compra tu flor preferida, admira su belleza, riega tus plantas con .Amor, Juega con tu perro, escucha tu canción preferida, saborea un rico chocolate recupera tu energía; Muchas veces nos olvidamos de los pequeños y simples placeres que nos da la vida, Y el olfato queridos amigos, es uno de los sentidos mas sensibles y fáciles de cautivar, Cuando uno se encuentra perdido en los asuntos triviales de la vida o confundido. Entre el existencialismo del día a día. Entonces recordar los buenos recuerdos y vivir la vida porque qué bonito es vivir, Y ser amado...